UNA NOCHEVIEJA CUALQUIERA

Leyendo un blog el otro día encontré una de esas historias que me tocan, que no me queda otra que compartirlas por la belleza que desprenden.
Ella era una chica, vamos una joven, encantadora, pero con mala suerte, y en grandes cantidades, digamos que la vida la estaba puteando bastante. Por si fuera poco, llegó nochevieja, y le tocó trabajar, de guardia, a ella sola. - Lo leía y no lo creía. - Ella pensó en invitar a sus amigos a su puesto de trabajo, aunque solo fuera un rato, pero no fueron. Un pírrico mensaje fue todo lo que recibió de ellos. Al final, sus padres y su hermana fueron los únicos que pasaron la nochevieja a su lado, charlando con ella, cenando, quizás recordando otras nocheviejas cuando ella era una cría y todo era felicidad, o quizás, símplemente acompañándola. Ella acaba el relato con dos palabras “que triste”.
Si el ser humano es egoísta y ambicioso por naturaleza, y siempre se comporta como tal, a veces hay destellos de otra cosa, de algo distinto. Son flashes; pequeños milagros que la naturaleza ha diseñado; esos instantes de paz interior que provocan que el ser humano tenga humanidad, y ocurra algo maravilloso. Esta historia es un ejemplo de algo que no por frecuente, pierde valor. Es decir, todos los días los padres apoyan a sus hijos, les dan cariño, les ayudan, este ejemplo es uno más de las muchas veces que esta chica es y será ayudada por sus padres a lo largo de su vida. Uff! Pero la situación era tan crítica, tan extrema, que uno no puede más quitarse la armadura y recrearse con el gesto de esa madre, ese padre y esa hermana.
Yo no pude más que escribirle para llevarle la contraria. Le dije, mira lo de trabajar en nochevieja fue una putada, lo que te pasó antes, fue una gran putada, pero lo que te pasó durante nochevieja fue algo maravilloso. Triste fue que tus amigos se largaran de fiesta y te dejaran sola, tan triste como estoy seguro que tristes y vacías son sus vidas, pero lo que tú viviste esa noche, fue un milagro, aunque no lo valores, aunque que te sentías fatal; a mi tu historia me ha emocionado por bella.